En la tarde del sábado 23 de noviembre tuvo lugar en el Palacio de Canedo (El Bierzo, León) la Fiesta del Vino Nuevo, con la que el bodeguero José Luis Prada celebra la salida al mercado del primer vino con D.O. Bierzo de la cosecha de 2013, el Maceración Carbónica de Prada.
Más de un millar de personas disfrutaron el nuevo vino al son de la música y con castañas asadas, chorizo escaldado en vino, pan recién horneado, patatas asadas, crema de limón con castañas, etc.
Pablo Ossorio, ponferradino afincado en Requena (Valencia) y uno de los grandes enólogos de nuestro país, ejerció de mantenedor de este año. En su discurso alabó el empeño de Prada por reivindicar “un tipo de elaboración que solo es apta para los más valientes y arriesgados”. Fue presentado por el periodista de Radio Bierzo Fernando Tascón y acompañado por el enólogo de la bodega, José Manuel Ferreira.
Ossorio recordó que hay maceraciones carbónicas en otras regiones de prestigio del mundo como en Rioja el vino de cosechero, en el norte de Italia el vino novello o el célebre beaujolais noveau francés, “solo que ninguno de ellos puede presumir de una variedad como la Mencía que tan bien se presta para esta elaboración”.
Potencial
Ossorio dijo de los vinos del Bierzo en general que “el potencial es enorme, y se ve en la crítica, en las puntuaciones y, lo más importante, en las ventas”, al tiempo que subrayó que “la palabra Mencía ayuda a vender porque es sinónimo de calidad”.
Seña de identidad
José Luis Prada destacó que este es vigésimo cuarto maceración carbónica que saca al mercado, una apuesta de su bodega que no falla año tras año y que se ha convertido en una seña de identidad del tres veces centenario Palacio de Canedo.
Prada volvió a reivindicar los vinos jóvenes del Bierzo “sin menoscabo de los crianzas y reservas” porque “una Mencía en juventud es inigualable en España, y acaso en el mundo, y lo digo sin nacionalismos”.
Prada dijo que el de 2013, que llega un poco más tarde que otros años por el retraso de la vendimia, es “sorprendente hasta el paroxismo, aterciopelado… y entra en la boca con suavidad, como la del Nilo cuando baja suave por el bajo Egipto”.